Francisco de Sales - Poesía

BALANCE PROVISIONAL

Francisco de Sales

 

hecho un veinticinco de Abril de mil novecientos ochenta y siete, aún muy lejos de amanecer, y asustado por la noche, por el viento y por los crujidos que oigo o me imagino.

  

Uno también se cansa

de que todo le salga mal;

de ser amplio

sólo en miserias y problemas;

de atormentadas noches

de vuelta y vuelta

a pesar de tisanas

y venenos para dormir,

y de ovejas, descarriadas,

que no se dejan contar;

y se harta uno de hondos quejidos,

de suspiros incontrolados,

todos seguidos,

de penas profundas cada día,

de sueños soñando lo que no se quiere ni soñar,

Y de cartas al Creador

exponiendo quejas y penas

archivadas directamente en la papelera,

de ser una hormiga,

un punto,

polvo en el camino;

de tener que luchar contra la injusticia

sin ser culpable,

que aquí te nacen,

te mojan,

y te echan a andar,

y se encuentra uno

con el monstruo devorador de vidas,

con mentiras,

con envidias,

con odios,

y sin saberse defender.

Y es que te dan una…

Y otra…

Y otra…

Y otra...

 

 

El cuento de nunca acabar,

¡que no quiero!

porque... aquí... ¿Cuándo llega lo bueno?

que si voy a seguir siempre así

mejor mancho con mi sangre

las ruedas de un tren;

así protestaré

en una solitaria manifestación

y seré noticia de prensa

marchitada un segundo después

pero dejaré de ser una hormiga,

un punto,

polvo en el camino...

 

que me han roto mi vida

y mi felicidad,

que ya no tengo a mis hijas.

Se me han llevado la luz y la alegría

y me han pintado una mueca triste imborrable,

una pena insaciable,

una lágrima siempre a punto de saltar,

una queja constante y contra todo,

un dolor de espina y fuego,

un dolor... que no se puede contar.